miércoles, 27 de mayo de 2009

El Blues de Wolverine

Hace años, los peronajes estilo anti-heroe ganaron popularidad... The Punisher, Lobo, Spawn y El Cuervo son iconos de los 90´s. Muchas veces trabajaban con los heroes, incluso algunos eran considerados de "los buenos" sin embargo no eran muy apegados a seguir un código de honor, más bien su estilo era romper las reglas. Así nos encontramos a un Spawn que siendo un mercenario se transforma en un ser demoniaco porque vendio su alma a cambio de volver a ver a su esposa, tenemos que Punisher no busca atrapar a los maleantes, sino que en su lugar se ahorra los procesos legales y no tiene empacho en meterles un balazo en el cráneo y que decir de Lobo que siendo un mercenario fue a darle una madriza al propio Santa Clos por encargo del conejito de pascua... De todos ellos sin duda mi favorito era Wolverine.

La maquina de matar perfecta, el guerrero con un pasado incierto, enamorado sin esperanza de la novia del buen boy scout (Jean Grey). El que, en sus propias palabras, "Es el mejor en lo que hace" y sin embargo esto no quiere decir que le guste, es sin duda la encarnación de todo un concepto... bueno era.

Hoy Wolverine no es más el respondón del equipo. El bello facial, el cabello alborotado y la actitud retadora se han vuelto casi tan trillados como vestir converse... En la nueva serie animada Logan es el papá de los Hombres X, el que decide lo mejor para todos, el que antepone la seguridad a la emoción pero en apariencia sigue siendo salvaje.

Hoy es cuando los boy scouts quieren ser "malos"; hoy es cuando los emblemas de una generación se vuelven engranes del sistema de producción económica.

Hoy encarnar a Wolverine ha transformado a Hugh Jackman en "the sexiest men alive". La pelicula es poco mas que un pastiche de cliches que destroza el medianamente aceptable origen que hace poco Marvel le diera al "Glotón". Reivindica las guerras de Norteamérica y es un pretexto perfecto para vender gorras camisetas y el alma de un personaje que ha quedado casi vacio...

Hoy, y por los viejos tiempos... cabe escuchar el Wolverine Blues. Mientrás yo... yo bajo en la que sigue.